El consumidor es cada vez más consciente de la importancia de consumir un producto seguro, sostenible y saludable. En muchos casos demanda también productos que le faciliten la vida, que se adapten a su forma de vida. La innovación en el sector hortofrutícola está permitiendo ofrecer una gran variedad de soluciones como, verduras y frutas congeladas, hortalizas y frutas cortadas listas para consumir, ensaladas completas, cremas, etc. Este reto implica nuevos compromisos con la seguridad alimentaria.
La singularidad de los productos y procesos industriales de cada operador debe tenerse en cuenta a la hora de elegir la solución analítica que mejor responde a estas circunstancias.
El fabricante puede disponer de poco tiempo porque la vida útil de su producto es reducida. Un test rápido y sencillo para el control de alérgenos permitirá la liberación inmediata del producto al mercado garantizando el cumplimiento de la normativa de etiquetado.
El control de Salmonella o Listeria no debe estar limitado a disponer de medios cualificados de laboratorio. Un análisis del producto el mismo día de la producción, un control in-situ de las superficies, ayudará a liberar antes el producto o a tener información clave para el control de patógenos en planta. Y esto es posible realizarlo de forma sencilla, lista para usar y con riesgo cero.