Las soluciones tecnológicas permiten a la industria alimentaria satisfacer las nuevas demandas del consumidor. Se busca alimentos saludables, con etiquetas clean Label o “etiquetados limpios” manteniendo la calidad organoléptica, la estabilidad y la seguridad alimentaria de los productos. Un ejemplo de ello es la búsqueda de aditivos naturales de origen animal, vegetal o microbiológico. La producción de estos ingredientes y las recomendaciones de uso en planta deben además cumplir estrictamente con la normativa de seguridad alimentaria. Parámetros como el control de alérgenos o micotoxinas son esenciales en estos procesos.